7 CONSEJOS PARA CUIDAR TUS PIES EN VERANO
A pesar del hecho de que los problemas de los pies ocurren durante todo el año, con la llegada del verano se producen modificaciones en el calzado y en ciertas actividades ( ir a la playa o piscina). Estos cambios pueden ir acompañados de molestias en los pies por posibles rozaduras o sobrecargas por utilizar calzado que no sujete bien el pie. Para evitarlo, es fundamental prepararlos adecuadamente y seguir una serie de recomendaciones muy sencillas para evitar este tipo de problemas, en este artículo os dejamos una serie de consejos para un correcto cuidado de los pies durante el verano.
- Realizar una quiropodia. Antes de ponernos calzado de verano debemos acudir a un Podólogo para comprobar la ausencia de patologías (hongos, verrugas, etc.) y que elimine las durezas de la planta y de los talones de forma adecuada, pensando en la salud de los pies.
- Hidratación diaria. Es imprescindible hidratar los pies a diario con una crema emoliente a base de urea para que la piel se mantenga flexible. Es importante evitar la zona interdigital porque podría macerar la zona y propiciaría la aparición de hongos y grietas.
- Córtate las uñas siempre rectas, y no intentes cortar en exceso las esquinas, así evitarás, en lo posible, que se claven y causen dolor y posible infección.
- No abusar del uso de calzado cerrado, ya que debido al aumento de la temperatura pueden aparecer problemas de hipersudoración con el consiguiente riesgo de infección de hongos, en caso de que con calzado abierto hayan problemas de sudoración y/o mal olor no dude en consultar con el Podólogo para que te aconseje el uso de productos antitranspirantes.
- Higiene diaria. Mantén una buena higiene de tus pies y asegúrate de secarte bien tras el lavado, prestando especial atención a los espacios interdigitales.
- Evita caminar descalzo/a en piscinas, baños públicos y por zonas potencialmente peligrosas: zonas de rocas, piedras, etc.
- Revisar el calzado. Es fundamental revisar que el calzado de verano se encuentre en perfecto estado y descartar el que ya se encuentre deteriorado o presente plantillas desgastadas porque afectarían a la marcha, generando inestabilidad.
En cualquier momento que tenga el mínimo problema con sus pies, acuda a un Podólogo, ya que como especialista en el diagnóstico y tratamiento de las afecciones del pie, le ayudará y le aconsejará en el cuidado diario de sus pies, y evitará que el problema derive en un mal mayor.